La obra está hecha con fragmentos de tanques impactados por proyectiles. Las 8 hojas corresponden a los 8 hijos de San Vicente, que murieron por Francia, cuyos nombres están inscritos en la parte inferior de cada hoja.
Cuando uno se aleja de la obra, observa un efecto óptico: las hojas, físicamente espaciadas entre sí, forman, desde un punto de vista preciso, un bloque que se asemeja a un monolito de acero. Simbólicamente, esta escultura destaca la trágica unión de estos hombres por la libertad.